La Gilda de anchoa, un clásico que nunca pasa de moda

15 Julio, 2019

Se podría asegurar que la Gilda de anchoa es uno de los pintxos con más solera de las barras vascas. Se establece su nacimiento en 1946, en el bar donostiarra Case Vallés y su nombre se debe a la famosa película de Rita Hayworth, Gilda, que por aquel entonces se estrenaba en la gran pantalla.

Este exitoso pintxo está compuesto básicamente por una aceituna, una anchoa en salazón y una guindilla, todo ello unido con un palillo. Está es su forma más básica, pero con los años se ha modernizado y hoy en día existen infinidad de combinaciones: con queso, con boquerón, con huevo o con atún. Este encurtido enriquecido no solo puebla las barras del norte de nuestra geografía, sino que se ha hecho un hueco en muchos bares y tabernas de la península. Y no es de extrañar, ya que a su bajo precio se le une la combinación perfecta entre amargo, salado y picante, perfecto para degustar con vino o con cerveza. 

La Gilda de anchoa lleva más de 70 años reinando nuestras barras, acompañándonos a la hora del vermut, es un pintxo con mucha historia. Cuentan los fundadores de la Casa Vallés de Donosti, que en 1946 era muy típico beber en porrón y servir de acompañamiento anchoas, olivas y guindillas. Fue un cliente en cuestión, Txapetxa (Joaquín Aramburu), el que decidió ensartar estos tres alimentos en un palillo. A sus amigos les gustó tanto esta nueva combinación que incluso le pusieron un nombre, Gilda, ya que era verde, salada y un poco picante, como Rita Hayworth en la película. 

Pintxo rico, barato y con un nombre potente, de esta forma la Gilda de Anchoa es la reina de todos los pintxos, la que corona todas las barras. Tal es su éxito que cada 15 de diciembre se celebra en San Sebastian una fiesta en su honor en homenaje al pintxo vasco que rompe moldes y fronteras.